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Contribuiți la feedbackEn mis últimas paradas en viajes he sustituido el área 103 por este área 112. La 103 ha caído estrepitosamente en los 2-3 últimos años y esta es una buena alternativa, más limpia, amplia y con buen servicio. Torreznos y tortillas muy similares al 103. El espacio mucho más agradable y de precios muy parecido al 103.
Paramos a comer allí. En primer lugar decir que se le ve un sitio bastante concurrido por lo que, en algunos momentos, es posible que haya mucha gente llegando a ser difícil el poder coger mesa. El sitio es algo caótico. Se debe de pedir en la barra donde parece que ningún empleado tiene una función determinada si no que van haciendo . Luego nos darán un ticket con nuestra comida y el camarero voceara nuestro número de pedido por lo que tendremos que ir detrás de el o indicar donde nos encontramos para que venga a nuestra mesa. Las raciones son bastante grandes por lo que aconsejo pedir poco ya que con un bocadillo o una ración de patatas bravas puede comer perfectamente una persona. Yo pedí bocadillo de calamares el cual tenía un gran tamaño. Los calamares eran caseros, tenían un buen sabor y estaban bien cocinados aunque no estaban correctamente limpios por lo que me encontré bastante cartílago en ellos. El bocadillo costó 7.95 € y una botella de Coca Cola de 50 centilitros 2.95 €. Los precios son elevados. No obstante dado el gran tamaño de las raciones como digo una persona puede comer con solo un bocadillo y quedar perfectamente satisfecha por lo que el precio de la comida no sube demasiado. Para lo que son este tipo de lugares creo que es recomendable. La comida tenía buen aspecto y si pasase por allí en un futuro seguramente volvería a parar.
No se como pueden llamar Tortilla de patata a lo que sirven es una bazofia y un insulto a la cocina española. Éso si al económico precio de 4 20€. Muy mala.
El personal de la barra poco profesionales, trato desagradable con desprecio y te tienes que esperar hasta que ellos quieren. Falta de empatía, nos tratan como rebaños de ovejas. La única persona atenta es la señora del pelo color fucsia. Las conversaciones de los camareros son despectivas, despreciativas, altivas, altaneras, peyorativas. Ha cambiado mucho de lo que era cuando empezaron. Deberían tener mejor trato con el público que les da el trabajo que tienen. La espera es interminable, no tienen control, atienden al que ellos quieren y vocean a ver quién es el siguiente. La sensación es muy desagradable, falta de empatía y profesionalidad. A partir de ahora intentaré no parar ahí y recomiendo a los que me puedan leer que tampoco lo hagan. A ver si así ponen remedio a este circo de bestias.
Si quieres comer al mediodía en esta área de servicio, ves a otra porque son muy lentos y no tienen menú del día. Es una estafa ya que en la web pone que hay menú y ellos lo llaman sugerencia del día sin bebida ni postre. NO lo recomiendo bajo ningún concepto.