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Recenzii
Contribuiți la feedbackUn lugar con un ambiente muy acogedor, con diferentes productos delicados, como latas de muy buenos mejillones, tostadas variadas, quesos muy ricos, patés, con bebidas un pequeño aperitivo. tienen artículos de regalo, también para la venta de productos autóctonos, muy central, decorado con un montón de gota, personal muy atento y agradable.
Un lugar hermoso, muy cuidadoso. La atención y el tratamiento eran excelentes. Tomamos el vino blanco de su propia bodega porque nos encantó.
La dueña es, simplemente, una maravilla. Entrañable, simpática, preocupada por que disfrutes, atenta y dispuesta a una buena conversación, hemos quedado impresionados. El vino que te pone es excelente, además tienes vinoteca y dispone de una pequeña selección de delicatessen para comprar. La comida: la tosta de txangurro y la de sobrasada espectaculares y elaboradas al momento, todo de muy buena calidad y hecho con cariño. No faltan las aceitunitas y las patatas fritas (de bolsa, pero de buena bolsa, se nota) para acompañar tu vino. En definitiva un “sitio de vinos” al estilo gastrobar que estamos acostumbrados en las urbes, que no te va a dejar indiferente, de hecho estábamos pensando en “relajarnos donde los vinos” durante todo el viaje. Muy recomendable
Es un lugar encantador. Con mucho encanto y decorado con mucho gusto. Posibilidad de tomarte algo, comprar alimentos gourmet, ropa, y toda clase de cucadas. Baños muy limpios. Atención amabilísima.
Ahora han abierto en este local una cafetería llamada Berma. Un sitio ideal para desayunar y merendar. Tienen todo tipo de dulces, tostadas y quesos surtidos. El personal muy amable y educado. La verdad que en la terraza pasamos un buen rato. Lo recomiendo.