Restaurante Bar La Piscina De Candelario

Teníamos una reserva a las 15h y habíamos encargado arroz negro . A las 15:30 no nos habían tomado nota de la bebida, cuando, por fin, llegó el arroz era para 4 personas cuando habíamos solicitado arroz para 6. El arroz malo y los calamares medio crudos. El servicio pésimo. NADA RECOMENDABLE

Decepcionados. No volveremos. Nuestra experiencia el sábado no ha sido buena. Siento no poder valorar mejor, pero hay que felicitar cuando uno está satisfecho y tambien hay que trasladar los comentarios negativos para poder mejorar.Teniamos mesa reservada , estuvimos sentados esperando a que nos tomaran nota de la bebida 25 minutos. Cuando después de varios intentos conseguimos que nos atendiera la camarera y protestamos por la tardanza nos contestó muy agobiada que ni siquiera eran sus mesas... Es cierto que estaba desbordada, la lentitud de sus compañeros no ayuda nada, ella les da mil vueltas, pero la contestación no es la adecuada. Cuando un cliente se queja educadamente con razón no se puede responder con otra queja, se pide disculpas y ya está.Pedimos la bebida y la comida de una vez y nos sirvió todo enseguida, cosa que agradecimos. Los huevos rotos con jamón dejan mucho que desear. La ración era escasa y es la primera vez que como este plato con el jamón en taquitos, no en lonchas. la calidad del jamón no era la que uno espera en unos huevos rotos). Las croquetas de setas, templadas, pero ricas. Y el tomate rin ran, muy sencillo, tomate, cebolla y el aliño,en otros sitios lo sirven con huevo ó pimiento, ó atún. Respeto que cada uno tenga su receta, pero esperaba que fuera mas sabroso. En definitiva, tanto el personal de sala como en cocina estaban desbordados y eso se refleja en la calidad del producto y en el servicio. Quiero destacar que la camarera que nos atendió es muy eficiente y rápida, y tiene mucho trabajo extra porque sus compañeros van a otro ritmo nuestra mesa y la de al lado estaban a cargo de un camarero al que no vimos en ningún momento),se tuvo que ocupar ella. Como siempre ocurre en hostelería, si falta personal ó el que hay contratado no está preparado, pagan el pato los camareros, que dan la cara, y el cliente. Por cierto, la ubicación es muy buena, con vistas a la sierra.

Llame por teléfono para pedir la Carta para ir a comer, por que no conseguía encontrarla, el señor me contesto al teléfono y me indicó donde podía encontrarla, de lo cual el supuesto dueño antes de colgarme ni me avisa de que no tienen sitios disponibles, nos presentamos y nos dice que no nos dan de comer porque no tienen ningún sitio, en el cual había dos mesas con gente solo y una montada las demás totalmente vacías, vamos que no les apetecía dar más comidas, me atendió una chica por teléfono y una vez allí me responde una que la única chica que había allí era ella y que nadie me podía aver cogido el teléfono que era imposible todo esto de malas maneras y muy borde) cuando había otra más atendiendo en barra, al poco rato sale el jefe hablando aún peor y sin educación, vamos una vergüenza. Encima de no ser de allí no desplazamos para ir a comer solo, sin duda no recomendaría este lugar por la mala educación, si no saben atender al publico, ni tener educación, ni hacer su trabajo, que se dediquen a quedarse en su casa vamos que no vuelvo.

Que buena experiencia y repetir ....doble buena experiencia. Estuvimos la primera vez y la atención y la cocina fueron un diez pero la segunda vez afianzamos la buena experiencia y fue una puntuación mayor. La atención de todos fue muy cercana y siempre muy amable. La comida fue riquísima la ensalada de guacamole es para dejar el plato con el pan , reciente,limpio limpio se nota el producto de primera calidad. El cachopo de cecina se merece una medalla de oro por el relleno ,la carne que se deshace y ese queso que te llena de sabor la boca junto con la cecina que se nota que es una delicia gourmet. Todo esto regado con unos vinos recomendados por el Chef Jota que hicieron que fuera la conjugación ideal para engrandecer todo lo que estábamos disfrutando. Una gran recomendación para disfrutar de un gran entorno con una comida y atención de gran restaurante.

Esmerado servicio , los platos bien presentados y ración abundante. Las fotos son de zorongollo ,jeta y cachopo sin gluten. Recomiendo el cachopo de cecina y queso de cabra sin gluten,está para no dejar nada en el plato. Volveremos más veces.