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Contribuiți la feedbackLa comida bien. Buena presentación y buena cocción. Espacio muy bonito. Trato correcto, solo hemos notado demasiada lentitud en el servicio.
Hacia tiempo que no pasabamos por esta carretera pero siempre que pasamos paramos para hacer la cervecita o para comer su menú, con el anterior propietario lo justo cervecita olivitas patatas fritas y poco más el menú lo probamos 2 veces y ni fu ni fa, pero los nuevos propietarios creo que lo han resucitado y también creo que le darán más vida de la que tenía, esta primera vez vimos un lavado de cara general local, lavabos, terraza i nosotros a lo nuestro cervecitas (Alhambra de presión) y patatas fritas Espinalé por ahí ya apreciamos otro de los cambios, el trato más que correcto en otra ocasión tendremos que probar su comida vimos la carta y pinta muy bien.
En la nueva etapa que ha empezado hauguro un buen futuro. Calidad de la comida y trato muy afable y familiar. Lo recomiendo.
Restaurante de carretera entre Campdevànol i Ribes, frecuentado por moteros en ruta. Antes tenía un lago (de ahí el nombre del que ya no queda ni rastro. Menú 17€, muy completo y la comida muy buena y bien presentada. Les penaliza el trato, ya que el único camarero que sirve (muy rápido eso sí no es amable ni atento, y no tiene mano para estar de cara al público. Lo mejor: La comida A mejorar: Servicio de sala Medidas sanitarias: INSUFICIENTES. Gel hidroalcoholico en la entrada. Mesas a menos de 1'5m. El camarero lleva la mascarilla en la barbilla. Aceiteras comunes.
Fuimos a desayunar de camino a la molina, no tienen carta de bocadillos, y el camarero si le preguntas que tiene , su contestación fue lo normal que hay de bocadillos , muy borde, y mal educado, los bocadillos eso si, muy grandes , pero mientras estábamos por la mitad nos dimos cuenta que en la terraza de fuera hay muchas cacas de perro, aunque estemos dentro se nos resolvió el estómago y nos fuimos, no volveré a parar ahi