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Contribuiți la feedbackSegunda visita a la que cocina valenciana y la experiencia ha sido incluso mejor que la primera. debe ser reservada y tenida en cuenta y dos cosas fundamentales: la primera es ir sin prisa porque trabaja casi sola para cocinar y asistir a los comandos y la segunda la puntualidad, no para llegar tarde o demasiado temprano. En nuestro caso aparecimos una hora antes, el lugar estaba todavía cerrado y aunque valentina amablemente nos ofreció dejarnos sentar en la terraza y ponernos unos pocos spritz, preferimos no molestarla mientras montaba las mesas, dando un paseo por la zona y volviendo al tiempo acordado. Aunque íbamos con los platos para preguntar ya en mente, teníamos que cambiar de opinión al no tener varias de las cosas que queríamos hacer. para empezar, el esparcir de rigor acompañado de unas cuantas pizzas complementarias, como la tradición italiana del aperitivo envía. desde la entrada el muy riquoise con tomates secos en aceite y focaccia, muy fresco y perfecto para el día del sol que hizo. Ibamos con la victoria de risotto pero no había el que queríamos, así que valentina sugirió una pizza alba, que resultó ser increíblemente rica, una mezcla equilibrada de sabores pero sin perder la ligereza, nos encantó. la vez anterior habíamos pedido gnocchi al pesto, pero hoy no había tal salsa, lo hemos cambiado por una boloñesa también por sugerencia de valentine. los gnocchi eran tan finos y tiernos como recordamos y la salsa muy sabrosa aunque el pesto nos gotea más). Podríamos haberlo dejado allí porque era suficiente comida para 2 pero nos animamos a pedir postre. y tan rico sonaba lo que había en una carta que pedimos 2 postres para compartir: la ya mítica pastel haveina de chocolate, romo y delicioso, con una bola de helados esposados y el misu, una invención de la casa que son 2 chocolates de tiramisú dentro de un café expreso, algo diferente pero que nos consiguió mucho también. si a la combinación de deliciosa comida, la soleada terraza y la gran atención de italiano valentine doc, muy amable y de carácter) añadimos la música ambiental con lo mejor de los años 80 y 90, la suma es una visita más que agradable, un momento de paz y relajación de aquellos que son tan necesarios en estos tiempos de prisa. Habrá un tercio muy pronto.
¡Mamma mia! Una experiencia increíble. No sabíamos si estábamos en astucia o en el italiano hermoso. Éramos un grupo de amigos y todos estábamos encantados. el jabalí con pasta es de otro planeta. Las mejores pizzas que he comido y el postre de muerte lenta. Aunque no sólo nos deleitamos con la comida, también con valentine. su atención, amabilidad y profesionalidad hacen de su restaurante un lugar al que siempre quieres volver. ¡Muchas gracias!
Diferente lugar! es muy prestoo encontrar lugares que salen de lo habitual, e incluso más si la comida es que mueres. la provolona muy rica y abundante, la pasta bologesa fresca y deliciosa, la pizza que pedimos muy rica también, con el deseo de haber ordenado todas las pizzas de la carta. pvp Pensé que iba a ir más alto (no caro, porque la calidad y el medio ambiente habrían costado un plus,) pero por nada el pvp era perfecto! repetiremos sin duda
Llegamos por casualidad después de que estábamos buscando un lugar para comer y nos trataron genial. la burrata y la pizza muy buena y el espectacular pastel de chocolate. ¡Grazie!
Genial. Los platos riquísimos. Valentina es un encanto. Comida italiana muy rica. Para repetir sin lugar a dudas.