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Contribuiți la feedbackTu ex la vane es una furcia que trabaja en el texas coyote haciendo fel4ciones a camioneros gordos morbidos con grasa en todas las partes del cuerpo
Muy buena calidad en la comida, pero carece de menú o carta. Esto hace que se dependa de lo que el mozo quiere explicar. Por supuesto, no se saben los precios. Esto no está bien. Los sabores y las presentaciones son de primerísima calidad.
Estuvimos mi pareja y yo hace un par de semanas y no creo que volvamos a ir. Tenía muchas ganas de ir porque me habían hablado bien de él, de la calidad de sus productos, y eso cumplió mis expectativas, todos los platos que pedimos estaban muy buenos y bien elaborados, pero creo que es más la fama que tiene. Llegamos a la hora que habíamos reservado y no había nadie en la puerta, estuvimos esperando un rato en la barra pero pasaban camareros de un salón a otro, le preguntamos varias veces porque parecíamos invisibles ante ellos, pero bueno podría ser algo normal, no le dimos importancia. Nos sentamos y como es lógico, le pedimos la carta y nos dijo que no tenían carta que ese era un restaurante muy tradicional y no tenía carta, he estado en restaurantes con más años que Casa Félix y tienen carta. Nos empezó a decir lo que tenía en carta, y obviamente cuando termina de decirte los platos ya se te ha olvidado el primero y desde luego sin precios. Pedimos un pulpo, unos pimientos,...un par de entrantes y una carrillada. He de decir, que estaba todo muy bueno, eso es cierto, pero no como para volver. De postre pedimos una tarta y un café, quedábamos tres mesas, y tardó más de 20 minutos en traer un café y la cuenta. Le pedimos la cuenta como cuatro veces, y cuando le pagamos no nos trajo las vueltas, no sé si es que pensó que era la propina, o es habitual en este restaurante no dar el cambio. Si hubiese querido dejar propina lo habría hecho directamente. Cuando fuimos a la barra a pedir las vueltas nos dijeron que la habían llevado y le dijimos que desde luego que no por supuesto, uno de los camareros fue directo a la caja y nos dio nuestras vueltas sin decir nada. Es un restaurante que me decepcionó, al cual personalmente tenía muchísimas ganas de ir, pero no creo que vuelva. Después de comentar con unos amigos donde habíamos comido, las sensaciones eran generalizadas, caro y un servicio bastante lento. Un recomendación para el futuro, estaría bastante bien que tuviesen una carta donde el consumidor pueda elegir que pedir tranquilamente sin agobios.
No hay carta, te cantan los platos rápido tras sentarte en una mesa con una silla mojada sin darte tiempo de reaccionar y salir corriendo. Llos gambones al ajillo son de la sirena con un par de huevos, 20€, El resto de entrantes bien, de ahí las 2 estrellas, luego un chuletón “Del Prado” el “barato”, (hay reposado a 80€/kg), a 40€ el kilo, ese precio es el único del que te informan, esmeradamente fileteado por un buen currante , pero durillo aunque sabroso, pero nada del otro jueves. Pides a ciegas sin saber el sablazo que te espera, lo cual inquieta e incomoda, ni si quiera sabes el precio del vino. Al final son 200€ la cena familiar, como si hubiéramos caído en un estrella michelin, pero no. No está mal, pero la RCP es incorrecta y sin carta no puede uno evaluar lo que pide. Me he sentido atracado. Consejo bienintencionado para el propietario: elabora una carta, lo de cantar las tapas está bien para un resto barato , pero no vale si luego clavas 40 por barba, sin postres ni café ni copa ni puro. Eso si, al entrar te ponen una alfombra roja, Hollywood. Ah! Y saquen las gambas peladas congeladas al ajillo o bien cobren los 10€ que valen como mucho.
Siempre que paso paro a comer en este restaurante. Todo correcto.. Cualquier opcion es buena, ensaladas carne o pescado, Volvere a repetir sin dudarlo.