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Contribuiți la feedback5 likely lads on a trip to the Spanish slate mines Stopped at the Hotel Remesal to sleep and to dine for two euros twenty you get a large beer Free crisps and olives, we're loving it here In to the restaurant for a real treat For starter the ham croquettes, all lined up, looking so neat The main course delivered a feast to the eyes Nine lamb chops and five different sides Peter and ally they ordered the Beef on its arrival at the table it brought, disbelief A piece of meat that could easily feed four To devour it, wasn't a battle, but more of a war To a single room with plenty of Spanish Charm The bed a small double that did me no harm Interior walls constructed from local rustic stone Decorated in typicalSpanish colours and tones Overall Hotel Remesal is a very nice place with hardworking staff who serve you at pace Its been a pleasure to have experienced a true part of Spain Would i come back, of course, definitely again.
Charming, good value hostel with stylish rooms in a relatively unknown but beautiful village worth of a visit, with its old stone houses and great opportunities to practice rural tourism activities: hiking, hunting, fishing, wolf watching… The breakfast, to be honest, could be a bit more splendid, but at least you can enjoy a very good bread.
Las habitaciones están muy bien, muy limpias, y las camas lo suficientemente cómodas para descansar después de un dia visitando la zona. Aunque lo mejor es su restaurante con un buen servicio y un menú/carta amplia con platos típicos de la zona. Una muy buena opción para visitar la zona.
Hemos venido a comer un grupo de 15 4 niños y 11 adultos) el día 15 de agosto a las 14:30. El restaurante estaba a tope. Nos sentaron enseguida y pedimos la bebida con relativa rapidez pero cuando nos lo traían tuvimos que repetirle varias veces al camarero lo que faltaba por venir. Al haber niños, pedí que nos trajeran el menú infantil para pedirlo y el camarero me indicó que cuando menos tomaran nota a todos la camarera nos lo diría. Le pedí varias veces que vinieran por que los niños tenían que comer pero aún así la camarera no venía. El vino blanco mocen, un verdejo de 2020, a pesar de sacarlo de la nevera, no tenia el frío adecuado y tuvimos que pedir una cubitera para poderlo enfriar. Los primeros: La ensalada de brie: ensalada compuesta de ensalada , melocotón en almíbar, uva, frutos rojos, kiwi y queso brie ligeramente horneado, todo aliñado con una vinagreta. Muy buen sabor y un colorido que invita , como mínimo a probarlo hasta a los más pequeños. Los hojaldres de bacalao están rellenos de brandada de balacalao con pimiento y acompañado de ensalada… simplemente espectacular. Los segundos para los más pequeños pedimos hamburguesa estaba muy buena, al punto, por lo que si te gusta la carne pasada, pídelo cuando tomen nota. Nos dieron la opción de añadir queso no que puedo decir que lo funden en el punto exacto. La ternera, tierna y gustosa y la ración más que suficiente aunque parezca inicialmente que hay poco. Le faltaba sal pero una vez añadida, estaba mejor. El secreto estaba existió, si tuviera que decir algo es que alguna de las raciones por alguno de los lados estaba quemado. la merluza estaba aceptable pero totalmente sosa, parecía que no le hubieran puesto sal. Por desgracia estaba bastante seca con lo que se les había pasado en la plancha. De postre: las natillas estaban buenas pero la galleta estaba demasiado crujiente, como si la acabaran de añadir y la verdad es que debería estar blanda para poder mezclarla con la Narilla. Ni obstante estaba buena. La tarta whisky, pese que nos preguntaron a los tres que la tomábamos si la queríamos muy o poco bañada en whisky, finalmente nos tragaron las tres raciones igual. La tarta casera que llevaba crema, nata, bizcocho y almendras , estaba más que deliciosa. A mi no me gusta la crema pero en cambio esta tarta no tenia gusto a crema y tenia un sabor espectacular! Un consejo, si queréis mollejas que según dicen están muy buenas), cuando llaméis para reservar sitio, comentar que vais a pedir ya que es muy probable que si las pedís el mismo día no tengáis. El servicio ha estado bien, la camarera muy atenta y agradable. El precio para ser fin de semana nos salió muy bien, 18€ aprox por persona. Sinceramente recomiendo ir sin duda pero si queréis un servicio más rápido, sin duda no se puede ir un día de fiesta. Nosotros hemos tardado 2,5 horas en comer.
Se encuentra situado muy cerquita del centro de información turística. El restaurante es muy acogedor con paredes de piedra y una parte con luz natural. La atención excelente. Comimos menú de fin de semana a 18€. Relación calidad precio inmejorable con productos de la tierra y de temporada. Pedí revuelto de Boletus riquísimo y unas carrilleras que eran pura mantequilla. Para rematar tarta de una confitería del pueblo. Todo servido a tiempo y con mucha amabilidad. Muy buena experiencia, la verdad