El Horreo De Valdemoro

Pedimos cachopo y chuleton a la piedra para compartir ambas carnes sabían rancias y encima el cachopo estaba seco, el pulpo estaba duro, lo único que se salvó las croquetas. Pedimos dos botellas de vino de 40 € cada uno y el camarero no tuvo ni la delicadeza de servirnos la primera copa, Y si todo esto no fuera poco con una cuenta de 70 € cada uno ni siquiera nos invitaron a chupitos, apuntado en la lista de sitios para no volver

Restaurante que ha ido de más a menos, actualmente un servicio pésimo y una comida de malísima calidad con una mala preparación, comida Fria, o muy pasada. No lo recomiendo. Ojala el propietario tomará medidas ya que creo que el personal va a terminar por cerrar el negocio.

Segunda visita, tan increíble como la primera. Tanto el servicio como la comida excelentes, ambiente estupendo y muy original la decoración. 100% como en Asturias !

Servicio lento (al menos en terraza), raciones caras y sin ser exquisiteces, ni mucho menos. No se pueden cobrar (o al menos no se debe) 12 € por un chorizo a la sidra nadando en aceite cuya calidad es regular, eso sí, la ración era enorme (no pudimos con ella). Una de dos: o ponen menos cantidad y bajan el precio, o mejoran la calidad y mantienen el precio. No creo que repitamos.

No sé cómo será el servicio en el interior, pero en la terraza es bastante regular y más que lento. Pedimos unas raciones y cuando nos llegó el pan (después de haberlo pedido , el chorizo a la sidra y el revuelto estaban fríos. Nos dijeron que es que estaba en el horno, pero lo cierto es que el pan llegó completamente frío, así que no nos creímos esa excusa. El chorizo a la sidra (12,00 € estaba bueno, aunque no riquísimo. Eso sí, la ración era enorme. Éramos cuatro personas y no pudimos acabarla. En mi opinión, debería ser algo más pequeña y bajar el precio. El revuelto de morcilla era muy, muy normalito. Nada espectacular, pero el precio eran 11,00 € (en mi opinión, caro para lo que es . Total fueron 38,25 (4 cañas, un refresco y esas dos raciones . Vamos, que no es para repetir.