Betula - Úbeda

Sin duda para mi es uno de los mejores restaurantes de Úbeda. La calidad de la comida es insuperable y lo mejor: su precio, casi la mitad de otros restaurantes. Diego, su mujer mari carmen, Dani, Raúl... Forman un equipo de 10 y no pueden hacerte sentir mejor. Otra cosa que destaco es su limpieza!!! Recomendable 100

Comer en el Bétula es siempre un acierto. En esta ocasión, fuimos a celebrar un santo. De entrantes tuvimos salmorejo muy rico), calamar en su tinta, tb bueno) y alcachofa rellena. Yo pedí el bacalao estilo Bétula y como siempre, estupendo. Salimos super contentos con el trato, el servicio y la comida. Un placer ir.

Fuimos a comer en familia un domingo de navidad y teníamos una reserva desde hacia casi un mes, nos encontramos todo el salón repleto (que casi no se podían mover los camareros) nuestra mesa la pusieron de tal manera que uno de los comensales estaba detrás de un machón y es que cuando metes mas gente de la que puedes servir, pues la cosa no sale bien. La bebida tardaban en ponerla, no tenían copas para las diferentes bebidas y casi pretendían que los vinos y las cervezas las tomáramos en la misma copa, uno de los platos lo servían con cucharitas de plástico... En fin que menos mal que la comida estaba bien, porque entonces hubiese sido fracaso total.

Betula, siempre ha sido un acierto. Fuimos en Sábado y sin reserva. El menú, muy cuidado y de precio, dentro de norma. Varios entrantes, un plato a elegir entre bastante surtido. Los entrantes eran: Milhoja de tomate con ahumados. Muy buena. Chipirones en su tinta, delicioso. Canelón de perdiz, a mi marido le encantó. Yo no lo quise probar, porque la perdiz se me resiste. Cuál fue mi sorpresa, que el camarero todo atento, se presentó con otro plato. Berenjenas rellenas de salmón con una salsa de albahaca. Estupendas. De plato, yo pedí bacalao y exquisito Mi marido, tataki de atún. Tremendo. Jugoso y en su punto. Qué decir de los postres: la tarta de queso, rica. El coulant de chocolate.... De vicio. Un restaurante en el que su cocinero, se esmera en hacer unos platos originales y ricos. (La veterania es un grado, y si te gusta lo que haces como es el caso, más) . Los camareros, atentos, serviciales, ni un mal gesto,.... Una apuesta segura siempre.

Fuimos a comer tarde (sobre las 15:00) y tenian un bautizo en el comedor y nos tuvimos que quedar en la zona de bar. No nos falto de nada. Servicio excelente y a pesar del follon que tenian estuvieron pendientes de nosotros continuamente tanto el personal de fuera como el jefe de sala y el cocinero salió incluso a hacernos recomendaciones. Volveré.