San Baudelio - Soria

Una ermita espectacular, la sobriedad y simplicidad del edificio no presagia la maravilla que encuentras en su interior: magníficas pinturas y columnas verdaderamente asombrosas. A pesar de la exageración a la que ha sido sometida, sigue teniendo una belleza que te deja impresionado. En el exterior, se conserva una necrópolis que también merece ser visitada.

Es uno de esos lugares que te dejan sin palabras. Externamente es simple, aunque en el ambiente hay algunos detalles dignos de interés (vistas, enterramientos, manantiales, posible ubicación de un asentamiento). El interior de la ermita es único, espectacular e increíble. Por mucho que te diga, no puedo describirte tanta belleza (si tienes el arte y la historia, por supuesto). Encárgate de todo esto del ángel Miguel, el conservacionista de la ermita. Es una excelente persona, se nota que disfruta de su trabajo y logra transmitir, con explicaciones didácticas y agradables, todas las claves de este singular tesoro.

Hermitage misterioso porque aunque su datación es del siglo XII, algunos historiadores lo sitúan entre los siglos IX y X. Es una pequeña ermita ubicada en la línea de demarcación entre moros y cristianos, por lo que no sorprende que haya cambiado de bando en varias ocasiones, resultando en una mezcla artística muy interesante. Al principio, la estructura contaba con una nave rectangular y un pequeño adosado, con una columna central que sostiene la cubierta en forma de palmera. Parece que más tarde se construyó una interplanta apoyada por un arco mudéjar. Lo mejor de la nave son las pinturas de animales y los efectos decorativos, siendo la primera de estilo románico. Vale la pena visitarla para deleitarse con esta hermosa obra.

A sólo 10 minutos en coche de la berlanga del propietario, se considera una joya de los pre-romanos soviéticos, pero dentro de ella es sólo parte de las pinturas; aunque en 1917 fue declarado monumento artístico histórico, no impidió unos años más tarde vender parte de las pinturas murales (se encuentra en varios moeos de los Estados Unidos y en el prado de madrid).

Da pena pensar en lo que podría haber sido este lugar si no se hubiesen llevado las pinturas pero, así todo, es una joya lo que ha quedado y su ubicación. El guía es brutote pero atento y te aclara todas tus dudas. Recomiendo completar la visita acudiendo al Centro de Interpretación sito en Berlanga