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Contribuiți la feedbackFui a comer para el día del padre a menú cerrado. De los entrantes sólo se salvó el esgarraet y tampoco era nada del otro mundo, porque las gambas salteadas con sobrasada y la mojama dejaron bastante que desear. Así como el arroz del senyoret, que estaba pastoso y sólo sabía a avecrem, nada de sabor a pescado. El camarero que nos atendió, muy poco profesional, hablando mientras mascaba chicle. Tenía ganas de probar este sitio, pero definitivamente y sintiéndolo mucho, después de haberlo probado, y además de caro para lo que comimos, no volveré.
Una comida de 10 con gente de 11!! El lugar tranquilo y agradable y los entrantes que hemos pedido muy muy bien... Humus de habas, Calamares y unas bravas muy buenas... Y esperando el arroz rojo de Carabineros que no nos ha defraudado!! Espectacular su sabor y ración generosa!! Lugar muy muy recomendable cerca de Valencia!!! Repetiremos sin duda alguna!!
Todo muy rico. Tres entrantes y un buen plato de arroz caldoso de pato, manitas de cerdo y morcilla, EXQUISITO; vino, agua, postre (a elegir entre los clásicos) y café (algún carajillo) por 32€.
Madre mía que maravilla de sitio para ir a comer. Yo he ido tres o cuatro veces en mi vida, pero hacía como 10 años que no venía y no me acordaba. Pedimos un menú de 20 euros a medio día de arroz en caldero de pato. No sabría como describir ese sabor tan delicioso y contundente. Un arroz meloso con pato y otras cosas que no mencionaré para no equivocarme, pero que me han parecido una auténtica delicia. El trato del camarero muy simpático y el precio muy correcto para una cocina tan buena. Muy recomendable, volveré.
Los entrantes del menú que te proponen estaban buenos, pero de segundo pedimos el arroz rojo con carabineros y estaba saladísimo; tanto que te dejaba hasta un gusto amargo cuando llevabas algunas cucharadas seguidas... Se lo comentamos al camarero (porque vio que nos habíamos dejado más de media paella) y vino después a confírmarnos que teníamos razón, que el arroz no se podía comer... La atención buena, pero lejos de ofrecernos otra alternativa al arroz que nos habían retirado, u ofrecernos una compensación en nuestro menú, lo tuvimos que pagar entero y, si no es que tengas ganas de perder el tiempo un domingo y ponerles una reclamación, con tu razón te quedas... Antes de terminar de comer, pensábamos volver a probar otros arroces, pero se nos han quitado las ganas dado que, en nuestra opinión, nos tenían que haber compensado de alguna manera para arreglar el pésimo arroz que nos habían servido.