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Contribuiți la feedbackUna vez más, nos reunimos varios amigos para deleitarnos con una comida a base de casquería, después de haber reservado con antelación. Probamos el morro, las manitas de cordero, las mollejas, el rabo de cerdo, los riñones y la lengua; todo a un nivel extraordinario, especialmente el morro y los riñones. Para acompañar, disfrutamos de un vino de la casa bastante fuerte si no se mezcla. De postre, un trozo de tarta helada con Nescafé y un chorrito de DYC flambeado. El servicio y el trato son excepcionales, como si estuviéramos en casa. Impagable.
Bar familiar con comida casera sorprendente. Siempre que visitamos Segovia, comemos allí y nunca nos arrepentimos. Está un poco alejado del centro, pero si no quieren caminar mucho (20 minutos), se puede llegar en autobús en 5 minutos. La última vez que fuimos, comimos menú, pero también ofrecen platos a la carta. Sin duda, una excelente opción para comer.
Siempre vamos allí a tomar el vermut y para un cumpleaños decidimos comer allí. El trato es muy familiar y cercano, pero tiene un menú reducido. Como puntos a favor, destaca la calidad y el sabor de las mollejas, su plato estrella. El precio es económico aunque las raciones tampoco tienen una gran cantidad. Un saludo.
El restaurante está situado en lo que era mi barrio de toda la vida. He ido en multitud de ocasiones y siempre he salido satisfecho, aunque hoy me centraré en las 2 últimas visitas, que fueron con dos días de diferencia. La 1ª consistió en una cena con amigos, en la que compartimos unas gambas al ajillo, croquetas, bonito y mollejas. Todo a muy buen nivel, pero las mollejas espectaculares. De 2º hubo entrecot, chuletillas de cordero y cordero al ajillo. Mi entrecot correcto sin más; el cordero al ajillo parece que estaba un poco pasado de ajo; y las chuletillas buenas. De postre tomamos unos flanes caseros bastante buenos y unas tartas al whisky con un poquito de DYC flameado, impresionante. El vino de la casa flojete. La 2ª nos comimos un cocido completo espectacular, con su sopa, sus garbanzos, su verdura, su carne, su bola y su tocino. De postre repetimos tarta al whisky con un chorrito de DYC flameado, esta vez espolvoreando un poquito de Nescafé por encima de la tarta. Todo ello regado con vino de la casa, al que la mayoría le echó casera. El negocio lo lleva una familia, con lo que el trato es cercano y el servicio desenfadado.
Lugar cercano al casco antiguo de Segovia, ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza