Negro Mario

No volveré. Llegamos y estaban las mesas vacías. Empezaron a llenarse y no nos atendían, fueron atendidos primero los últimos en llegar. Cuando llamamos a la camarera nos miró con mala cara y nos ignoró. Se paseaba bostezando y seguía ignorando nos. Cuando finalmente fuimos atendidos por otra camarera, tardaron otros 10 minutos en llegar. Los cortados y las pulguitas heladas. Nefasto. Cómo ha cambiado...

No volveriamos. El croissant de jamón y queso frio y sin sabor. Las papas pocas y con salsas y mojos encima sin avisar, si no te gusta alguna salsa o mojo te quedaste sin papas. La arepa de pollo y mayonesa sabía a ensaladilla rusa. El zumo de naranja super pequeño y el café sin más.

Nos pedimos una ración de papas de jamón y queso y dos arepas, las papas escasas pero las arepas eran vergonzosas, pequeñas y sin apenas relleno, tal fue así, que salimos y nos sentamos en otro sitio a comernos un bocadillo. Lo mejor del sitio los zumos. Sin duda no volveremos.

Pedí un bocadillo de jamón tomate y aceite y después de que le dieran tres veces diferentes mi bocadillo a otras mesas cogen y me traen uno de jamón y queso y después por dos zumos y un bollo me cobran 15 €

Local de cafetería austera de toda la vida. Encontramos sitio, con suerte, porque suele estar lleno. Un par de camareras muy solicitadas. Bueno, mientras me traigan cerveza. Con la consiguiente ración de calma por nuestra parte, nos trajeron una selección de arepas, realizada por mi primo-cuñado y un par de cachapas. Con un par de salsas. Ciertamente las arepas son de fácil comer, y llenan; y a las cachapas no le ví la gracia por el dulzor del maíz con que se realiza la masa de envoltorio, pero tampoco se comen mal. De precio no puedo opinar porque pagaron mis familiares.