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Contribuiți la feedbackHace más de 30 años que frecuento este restaurante y no se parece en nada a otros lugares masificados a los que van los autobuses turísticos. Primero bajas a tomar el aperitivo al Celler, entre barriles de vino, te sirven aceitunas negras y arbequinas, con botellas de vino blanco y tinto para que bebas lo que quieras. Luego subes al jardín, es una delicia poder disfrutar de los calçots al aire libre. Te traen tejas llenas de calçots y puedes repetir hasta no poder más. La salsa, casera y que te ofrecen continuamente volver a servir, está deliciosa especialmente con un trozo de pan. Para beber, botellas de vino. Después pasamos al comedor. Pedimos butifarra con judías secas y siempre te ofrecen repetir un trozo más de butifarra y más judías. Luego llega la carne, una costilla y una mitjana. En la mesa hay salseras con all-i-olí y bandejas con escarola para que te sirvas a gusto. Además del vino, también te traen cava para acompañar. De postre, un pastelito de nata con la superficie quemada, siempre delicioso y solían permitir repetir otra media ración, pero este año no. También sirven naranjas. Finalmente, café y licores. Todo esto por 39 euros, un buen precio considerando la cantidad y calidad que ofrecen.
La calidad del producto es excelente, el servicio es atento y diligente. Aunque el local no es el mejor punto del restaurante, tiene su encanto. No es económico, 40 euros por persona, pero la comida lo merece. En conclusión, es un buen lugar para ir con un grupo numeroso de amigos a disfrutar de una calçotada.
No hagas caso a otras reseñas... La mejor calçotada del mundo... 30 años después, todo sigue igual: la misma atención, el mismo buen ambiente, comida genial a montones... Se puede repetir aunque no quieras... Lugar pintoresco como ningún otro... En serio... No entiendo otros comentarios... Desde siempre y para siempre... ¡CALÇOTS EN EL CELLER DE SALOMÓ!
Hace 2 años, era el mejor restaurante con diferencia para ir hacer una calçotada en grupo. Calçots sin límite, podías repetir hasta cansarte, y con la comida igual, el personal era encantador y se desvivían por qué todo el mundo estuviese agusto y no faltase de nada. Era un restaurante con CALIU . Pero tristemente todo eso cambió y los actuales dejan bastante que desear, no queda ni la sombra del auténtico CELLER. Una pena!
Trato normal pero le falta un poco de orden y limpieza , pero bien... no es de mi devoción, creo que volveré a las Calçotadas a Mas Boronat que esta al lado.. y me gusta..