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Contribuiți la feedbackA decir verdad, cuando vi las mesitas de este restaurante, colocadas en el centro de una pequeña plazoleta en el corazón del Mercato del Capo, pensé que se trataba de una buena y bonita trampa para turistas extranjeros. Suele ser el caso: lugares bien situados a los que el cliente llega de casualidad y gracias a la buena suerte . Y de hecho, sí, había algunos extranjeros. Imaginen la sorpresa cuando descubrí una cocina siciliana sabrosa, bien hecha y con un toque de creatividad, un servicio amable y un precio correcto. Fueron deliciosos los espaguetis con erizos de mar, y las croquetas de pez espada, estuvieron excepcionales. Sentí algo de lástima por unos turistas sentados junto a mí que pidieron prosciutto con melón y una sencilla ensalada caprese. Más tardes descubrí algo que, de haber sabido antes, hubiera hecho todo más fácil: el restaurante estaba lleno de sicilianos, pero todos estaban en el interior, lejos del caos del mercado.
Para decir la verdad, cuando vi las mesas en este restaurante, colocadas en el centro de un pequeño corredor en el corazón del mercado del cacaón, pensé que era una buena y hermosa trampa para los turistas extranjeros. Por lo general es el caso: lugares bien ubicados a los que el cliente llega por casualidad y gracias a la buena suerte y de hecho, sí, había algunos extranjeros. Imagina la sorpresa cuando descubrí una cocina siciliana sabrosa, bien hecha y con un toque de creatividad, un servicio amistoso y un precio correcto. Los espaguetis con erizos de mar eran deliciosos, y las croquetas de pez espada eran excepcionales. Sentí un poco de compasión por algunos turistas sentados junto a mí que pidieron prosciutto con melón y una ensalada de caprese simple. más tarde descubrí algo que, si lo hubiera sabido antes, habría hecho todo más fácil: el restaurante estaba lleno de sicilianos, pero estaban todos dentro, lejos del caos del mercado.