Sidrería Chez Belagua - Navarra

Estábamos buscando una tortilla de bacalao y finalmente en este sitio nos lo ofrecieron. a pesar de ser un sidra, muy amablemente preparó la tortilla fuera del menú. muy rápido y eficaz, excelente presentación y mejor materia prima. Fue un placer probar una tortilla de huevo. el lugar está situado en la calle andamia y es elegido por los pastores para almorzar después de cada candado. tradición y gastronomía en su máxima expresión, de los mejores lugares para disfrutar de la vida.

Sin salir de la calle de la estafa, espectacular sidreria. asombroso el solomillo y las costillas y encuentro que el chuleton no se queda atrás. y el trato exquisito! No puedes ir a pamplona sin pasar por aquí.

Comida de calidad. espacio acogedor. servicio bastante lento que han suministrado con buena atención y bondad. Muy buen soltero. Los refrescos del postre, nos reímos. el menú a 35 euros. incluido el vino podría ser mejor.

Comimos el menú degustación y todos los platos eran exquisitos. la carne a la brasa, espectacular. También destacar el buen tratamiento y servicio de andrea. ¡Gracias, Andrea!

Bueno, esto se complica, cualquiera de los locales de la zona están bien, a este ahí que añadir una brasa en directo y unas carnes que quitan el hipo. Los camarer@s y el maestro de brasa, que así le llamamos, Dan pie a querer repetir en este local. El producto que usan para sus pinchos, platos y sumado a sus carnes y algún pescado, hacen que este todo muy bueno. Mezcla de sabores y texturas en sus pinchos y en sus fritos que te explotan en la boca con mil contrastes. La variedad de caldos en su carta digital hacen que su bodega sea bastante completa, y aunque en esta ocasión disfrutamos de un clásico para nosotros, el día de antes probamos varios caldos tintos y una blanco, que no estaban nada mal. En las fotos se puede apreciar la calidad de la carne que disfrutamos, acompañada a su vez por unos ricos pimientos del poquillo de Tolosa, según nos explicaron. Recomendable 100% eso si, id con tranquilidad para poder disfrutar del local y su gente. Por cierto, muy amables Aladin y el maestro de brasa. Un 10.