De Tapas - Majadahonda

Con una educación pobre y primitiva, nos dijeron que nos fuéramos porque ocupamos el lugar por mucho tiempo.

Buen producto y bien elaborado, buenos aperitivos, carta variada. Variedad de vinos, puedes comprar productos. El trato puede mejorar.

Lamentable y desagradable actitud del encargado del restaurante que invalida cualquier otro comentario culinario .

Nos quedamos con mal sabor de boca porque era la primera ver que íbamos y la comida está realmente bien aunque tardaron en servírnosla… Cobran por traer 10 platillos de café con 10 cucharas como “servicio de postre” al llevar nosotros una tarta sin alergias. No avisaron de este suplemento y nos lo encontramos en la cuenta final. Argumentan que ellos no cobran servicio de cubierto y pan (1,50€ por cada bolsa de papel con rebanadas cuando en cualquier bar te ponen el pan sin coste) y que si traes una tarta es normal que se cobre, y que tal y como está la hostelería “no se puede regalar nada”; si, pero avisa. Los pagamos. También un detalle raro es que no sirven vaso de agua en la terraza junto con 10 consumiciones que se pidieron en el mismo momento; que fuéramos a la barra a por ella. Si el camarero tiene que hacer un viaje solo con el agua lo entiendo, pero en una bandeja que vas a traer 10 cervezas, le metes un vaso de agua para la misma mesa no es esfuerzo extra, pero si fuera embotellada si te la traen porque la cobran (literal por el empleado). En resumen bien, pero estos detalles que no cuestan nada y ves que lo monetizan todo, se te quitan las ganas de volver cuando en Majadahonda tienes cientos de bares más similares.

Reservamos una mesa para dos en la terraza. Tomamos rabas rebozadas, muy ricas, croquetas, y huevos con patatas y chistorra, rico pero demasiado aceitoso. No fueron lentos en servir y eso que había bastante gente. Volveremos