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Contribuiți la feedbackLa ubicación es privilegiada, en un hermoso valle, es pequeño pero muy agradable. Estuvimos 3 noches y teníamos dos habitaciones ¿Por qué le doy 2 estrellas? Por dos detalles de limpieza que para mí tienen mucha importancia y que deberían cuidar. El primer día, una de las camas de la habitación de mis hijos tenía la funda del edredón que también era la sábana llena de manchas de sangre en la parte superior, lo mencionamos y rápidamente nos la cambiaron y como respondieron bien no le di más importancia. Pero llegó el segundo fallo de limpieza el último día, en el baño tienen un cartel para que dejes las toallas en el bidé si necesitas que las cambien, así lo hicimos porque estaban sucias y mojadas y allí por la humedad no se secan, mi sorpresa fue cuando al llegar a la habitación después de pasar un día recorriendo la zona, veo que no han cambiado las toallas y las han vuelto a colocar en los toalleros. Deberían cuidar estos aspectos porque son los que hacen cambiar para mal la percepción que podríamos habernos llevado, dado el lugar idílico en el que se ubica el hotel.
No volveremos y espero que este comentario haga que posibles futuros clientes se replanteen elegir otra opción. Hemos ido varios veranos porque nos encanta Asturias y el hotel está en un lugar privilegiado. Estábamos encantados con las personas que regentaban el negocio, por su amabilidad, su predisposición y por la comida casera que hacían con cariño cada día. De los mejores cachopos que he comido en mi vida. Este año reservamos porque no sabíamos que la propiedad se había quedado con el negocio y no imaginamos que la experiencia fuera a ser tan desagradable. Fuimos con un bebé de un año y medio, el año anterior nos habían puesto cuna sin recargo (gestión anterior) y en esta ocasión después de dejarnos claro que era la dueña del negocio y había cambiado mucho nos informó de que la cuna tenía un recargo de 10€ por noche, pero que podíamos llevar nuestra cuna. Cómo había subido el precio de la habitación decidimos llevar nuestra cuna porque estuvimos 4 días y a 10€ por día nos pareció demasiado. Hasta aquí todo correcto pero el primer día, llegamos por la tarde, pensábamos en cenar allí pero la carta se reduce a ensaladas y revueltos y además la mini sala de cenas era el antiguo cuarto de la plancha, por lo que decidimos salir a cenar con el trastorno que nos supuso movernos por la noche con un bebé ya que una de las cosas que más valorábamos de este hotel es que podíamos estar cenando tranquilamente en la terraza mientras el bebé dormía en la habitación a medio metro de la mesa donde estábamos por lo que estábamos pendientes en todo momento del bebé. Pues bañamos al niño y nos duchamos pero nos dimos cuenta de que sólo había dos toallas. Salí a pedir más toallas y la dueña, con mala cara, me pregunta que por qué quiero más toallas. Le digo que sólo hay dos y necesitamos una para el bebé y me dice que la reserva es para dos personas. De malos modos me dio otra toalla pero nos dejó perplejos. El desayuno está incluido y te ponen una vajilla preciosa con una jarrita de leche y otra de café. Tostadas y tomate, mermelada, mantequilla de bote y pan regulero. El desayuno más triste que te puedes imaginar en vacaciones. Pero lo mejor es que han cambiado todas las mesas de la preciosa terraza que tienen y han puesto todo mesas de Ikea de balcón con dos sillas incomodísimas y han mantenido sólo dos mesas redondas más grandes para 4. Como éramos tres nos sentamos en la mesa da 4, porque la trona de viaje que llevamos para el niño en la silla de Ikea no es estable (por supuesto no tienen trona para niños). Pues aquí la dueña nos dice que no nos podemos sentar allí porque somos dos. Imagínense mirándonos mi mujer y yo y contando… 1 mi mujer, 2 nuestro hijo y 3 yo. No nos lo podíamos creer… y todo porque no pagamos el suplemento de la cuna. Sólo desayunamos 3 días porque no es pan de buen gusto que a tu hijo no se le trate como a una personita que no hace mal a nadie. Pues en el check out, después de que la dueña verificase que no habíamos roto ni robado nada de la habitación (se piensa el ladrón que todos son de su condición) vemos un cargo de 3€ de bar. Pregunto que de qué se trata y me dice que es de la leche que pedimos para el biberón del niño cada día que desayunamos. No discutimos porque no le dejé a mi mujer que tuvo que oír comentarios despectivos hacia ella desde la “cocina” cuando pensaban que nos habíamos ido uno de los días ya que se oye todo en este hotel. Pues no discutimos porque no quise que esta señora nos amargase las vacaciones pero que sepa que no es legal que nos cobre algo sin avisarnos de que esa leche para el niño tiene un suplemento y sobre todo sin informarnos de cuánto es ese suplemento. En fin. Horrorosa gestión… se nota que no saben del negocio y no tienen ninguna visión cliente. El hotel se seguirá llenando porque como decís al principio es un lugar increíble. Pero la gestión del negocio es pésima. Una pena enorme.
Escribí sobre este restaurante por primera vez en el verano de 2018. Este verano de 2019 he vuelto en un par de ocasiones y debo rebajar la puntuación por algunos detalles. La calidad de los platos ha disminuido un poco y se ha vuelto un poco más descuidado. Además, hay un detalle importante que no me ha gustado en las últimas visitas con respecto a los menús y las bebidas. El vino del menú es de muy mala calidad y no es necesario que sea un crianza, pero al menos debería ser un vino de mejor calidad. Además, si decides tomar sidra en lugar de vino, no está incluida en el menú, aunque es igual o más barata que el vino que ofrecen. Te la cobran aparte, incluso si no consumes botellas del menú. Deberían al menos hacer un descuento en la sidra por no consumir la bebida del menú. Y además, si en una comida grande de 15 personas solo se consume una botella de vino del menú porque se piden varias botellas de vino crianza de calidad o albariño, deberían hacer algún descuento al cobrarlas por el vino del menú no consumido (práctica cada vez más habitual). Sin embargo, no hacen ningún descuento si no consumes vino del menú.
Estuvimos hace unos días en comida familiar y nos atendió una chica muy atenta. El sitio muy acogedor y una terraza muy apetecible. Comida totalmente casera y en calidad cantidad muy buena. Muy aconsejable
Fuimos a comer mi hermano mis padres y mi pareja y nos decepciono mucho el trato recibido. Reservamos a las 15:00 y llegamos a las 14:30 para tomar una cerveza antes de comer. La camarera q nos atendio nos insistia en comer en ese momento pq tenian jaleo pero nosotros nos tomamos la.cerveza. nuestra mesa nos la.ocuparon otros q vinieron un poco despues y nos dieron otra sin sillas. Todo fueron prisas y mala cara. A mi padre.le.dio un mareo q tuvo q venir una ambulancia y ni tan siquiera pregunto esta chica por el. Decepcion total en el trato. La comida si es muy buena pero todo suma y en.este caso no nos merecio la pena. No creo q vuelva hay sitios igual de buenos y con gente mas agradable.