Churreria san Joaquin

La señorita que nos atendió (aunque "atendió" es un decir) mostró en todo momento una total apatía, no nos saludó al entregarnos las cartas, al entregarnos la cuenta tampoco comentó nada, simplemente la dejó. No tiene la más mínima idea de cómo atender un negocio y ofrecer un servicio de calidad. Pedimos café y estaba frío, el pastel de chocolate sí estaba rico, la vitrina donde guardan los postres estaba sucia, toda manchada de manos, trapos y escobas a la vista, un garrafón de agua abierto y sin tapar, el lugar daba la impresión de tener una higiene pobre.

Anuncian como plato principal los churros rellenos, pero no están muy buenos. En esta ocasión pedí uno relleno de chocolate y me lo entregaron frío. A otros clientes les prepararon los churros en el momento. El chocolate semiamargo estaba aceptable, aunque no diría que es el mejor lugar para disfrutar de un postre. El lugar es cómodo, aunque el servicio no es tan rápido y no son tan atentos. La música no se ajusta mucho al concepto del lugar, pero está bien para una charla.