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Contribuiți la feedbackPrimera vez en este sitio. No sé si por ser las fiestas del barrio , no es de recibo que pidas un kas naranja y te lo sirvan de botella de dos litros, abierta vete tú a saber desde cuando, era flash) y te cobren dos euros. El kalimotxo con pepsi también de botella grande y a precio de kalimotxo preparado.
Pedí un marianito, me lo sirve sin limón y sin aceituna, vamos a palo seco , me cobra 2,50 €, le digo que me parece caro y me contesta qué es su precio y los fines de semana cobra a 3 €. Encima a pesar del hielo estaba caliente porque la botella no la tenía en la nevera. Se lo dejé en la barra y le dije que era un abuso. Le pedí una hoja de reclamaciones y me dijo que no me la daba y que llamar a la ertzaintza. Un caradura y como yo iba de paso y no me conocía se quiso bañar. Ya me ha visto para los restos y voy a hacerle muy buena propaganda.
Ambiente acogedor, no busques más, ¡no te arrepentirás!
Hemos hecho una parada antes de coger el metro que está muy cerca y ha sido toda una sorpresa muy agradable, porque el café estaba espectacular (sin crema y con cuerpo y sabor rico). Los pinchos son bocadillos pequeños de los de toda la vida: quedó, chorizo... Todo cómo de pueblo. El personal amable. Volveremos para probar su comida
Estupendo el pincho de chistorra de Marixa. Buen hacer y menú barato en cocina de toda la vida. Terracita ventilada al aire libre.