Icaro - Leganés

Buena relación calidad-precio, perfecto para almorzar, cenar o tomar algo ligero. El personal es amigable y atento, ubicado en el corazón de Leganés. El restaurante es espacioso, con terraza y un acogedor salón interior.

Siempre que me voy a tomar algo en Leganés, voy al Ícaro. Lo más caro es el trato que uno recibe; y claro, hay cosas que no se pagan con dinero. Que te hagan sentir en casa y hogar al mismo tiempo, no tiene precio. Las cinco estrellas se las doy por el camarero que atiende en terraza. Tiene una gran disposición, mucha educación y una sonrisa sincera siempre hacia el cliente. Lo dicho, excelente el trato, el producto y asegurados quedan los buenos ratos.

Hemos pedido gazpacho (agua rosa con mucho vinagre), huevos fritos con bacon y patatas fritas (aceptable), y de postre natillas muy malas y pudding con sabor a nevera de pescado. No volveré a este restaurante.

Hemos ido a comer como en otras ocasiones... pero la sorpresa de hoy es que nos ponen el comedor y está vacío... sorpresa quieren que comamos en un sitio que huele a mierda..... nos dicen que esperemos y viene con incienso... para intentar matar el olor.....finalmente nos ubican arriba pero después de comer y al pedir la factura vemos un importe muy superior al que creemos que hemos consumido. Al pedir explicaciones nos indican que nos han cobrado dos euros y medio por chupito, y nos cobraron por seis orujos que rechazamos por estar oliendo a podrido y que nos cambiaron reconociendo el mal sabor alrededor demás de veinte euros por la cara. Se pide la hoja de reclamaciones y no nos la dan. Nos tuvimos que ir por evitar males mayores.

Es una cafetería-bar-restaurante con solera de toda la vida. Mi primera cerveza me la tomé allí con 14 años y ya ha llovido. Excelentes tapas y raciones, así como para una buena comida con sus menús y carnes a la brasa. No hay que irse sin probar sus mejillones rellenos Icaros y su ración de oreja a la plancha, y su super hamburguesa Icaro Su trabajo les ha costado a sus dueños Francis y Jesús.