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Contribuiți la feedbackTenía ganas de probar la cocina peruana de este restaurante en Las Rozas, pero la experiencia no ha podido ser peor. Pedimos de primero tamales para compartir que teóricamente eran de carne y al partir por la mitad el único tamal, eso sí de gran tamaño, que nos sirvieron, tuve suerte pues el único trocito de pollo que contenía se quedó en mi parte, el tamal normal de sabor, después tendría que haber venido una degustación de yuca frita con dos salsas, pero el camarero nos dijo que no había yuca y lo cambiamos por un chicharrón que pedí fuera servido en último lugar pues todo era para compartir y habíamos pedido un sudado de pescado, que estaba correcto, y un plato de pescado y marisco en tempura, que en realidad era una fritura muy pasada. Lo mejor que comimos fue el chicharrón que en vez de ser servido después de los dos platos de pescado, nos lo sirvieron a continuación del tamal. Decidí no decir nada al camarero pues mientras tanto habían llegado a la mesa de al lado 14 personas peruanas que querían comer y después de pedir jarras de sangría y demás pidieron ceviches, pero el camarero llegó al rato para decirles que no había caldo de gallina que era lo que habían pedido de primero, y poco después volvió para decirles que no tenían pescado para el ceviche y que lo sentían. Así alguien preguntó entonces que comemos? y lógicamente se marcharon a otro sitio donde estaban reservando por teléfono para comer su ceviche. Mi pescado sudado correcto, pedí un postre y solo me ofrecieron flan que rechacé. Las cantidades bastante grandes pero sin pescado no hay ceviche, sin yuca no hay yuca frita con dos salsas y sin tartas no hay postre de tarta. Una auténtica desilusión en definitiva y un mal rato por los de la mesa de 14 que se fueron sin comer.
Para disfrutar de cervezas, menú del día y desayunos. Situado cerca del centro de Las Rozas y con amplio estacionamiento en la calle.
Estuve el otro día en este restaurante y no puedo dar una mala opinión pero tampoco una buena. Simplemente es un lugar que no destaca. Creo que necesitan mejorar en varios aspectos, ya que no logran definir su estilo: es elegante y cutre al mismo tiempo, la carta está bien, promete mucho, pero la calidad del producto deja algo que desear. El precio es normal. Sin embargo, en términos de relación calidad-precio, es un poco caro.
El trato excelente, probamos la comida peruana, que a mí no me apasionó, pero porque creo que no me va en si este tipo de comida. A mi marido le gustó mucho y acertamos con la comida del niño que salió encantado. Precio medio-alto. El local bonito. Volveré pero para probar los arroces.
Este restaurante fue un referente para mi durante mucho tiempo pero la carta ha sufrido una evolución que personalmente no creo acertada. Empezó siendo muy fiel a la comida peruana y la relación/calidad/precio era muy buena, lo recomendaba siempre. Ahora es una fusión muy personalizada del dueño pero alejada de la tradición peruana y los precios demasiado altos. Igualmente seguiré viniendo para ver si pueden volver a sorprenderme tanto como antes.