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Contribuiți la feedbackOn a Thursday afternoon we headed to la Cumbrecita to have tea with my wife and my three year old son. The weather was perfect, it had just rained and the sun was out, so a great day for walking. The tea house is located...next to the river, all the way across town min walk). We arrived at one hour before closing time), and chose a table. The waitress quickly handed us only one menu and she did not dry the table. min later she came with another menu to append up our decision. The menu is small, but that's expected in a tea house in the middle of nowhere. out of options were not available, again, that's expected. The coffee was filter coffee, but I expected espresso. The service was regular, not bad, not great, just average. The cake was great and the budin was also good. I would say that USD for a small piece of cake is a bit expensive in terms of price/quality. Overall experience was ok. Will I come back? I'd rather keep trying other places in the area.
Esta sencilla confitería abre sus puertas de jueves a domingo (creo) de 15:30 a 19. Con puntualidad alemana (jee).Una porción de torta y un te o bien una granadina (si todavía la elaboran) , servida amorosamente. Te habla de la historia de los fundadores de este pequeño pueblo perdido en la montaña.Es un imperdible.
Es la segunda vez que lo visitamos. Me parece que vale la pena, si lo que se desea es sentir el calor, aroma y sabor de la casa de una abuela alemana. Las tortas una mejor que otra, el café riquísimo y el refresco de frambuesa un must! Volveré cada vez que vaya a la Cumbrecita. Ojo! Solo abren sábados y domingos a la tarde y solo aceptan efectivo!
Es muy simple, una entra y es como ir a tomar el te a la casa de la nona. La estética del salón y el ambiente generan esa idea. No se puede negar que es acogedor, pero como casa de te o confitería le falta propuesta. La carta es muy reducida y no tienen muchas de las cosas que se ofrecen. Un detalle no menor es el silencio, volvemos a la idea de la casa de abuela. No es necesario música fuerte, con algo bajito es suficiente, pero el silencio total es muy aburrido y hace que uno termine susurrando para no molestar a la mesa de al lado. Probamos la torta moka y la empanada de frambuesa, ricas y caseras pero tampoco me pareció tan destacables como algunos comentarios que leí. La atención de la sra. es muy buena, muy amable. Seguramente en verano aprovechando las mesas a la orilla del río se disfruta mas, pero a mi en particular me pareció que deja mucho que desear.
Una confitería riquísima y exquisita, en un ambiente único de sierra junto al lago con truchas y rodeado de bosque y montañas... un suspiro de paz y relax.