La Isla - Granada

Es un sitio perfecto para ir con amigos y disfrutar de la terracita al sol. Las tapas son tradicionales y muy bien cocinadas...es un bar clásico y de calidad

Pedimos unas buenísimas coquinas (cocinadas con vino blanco) y jamón de bellota (el mejor que comimos en Sevilla). De segundo elegimos la paella marinera (ojo, porque es caldoso), arroz negro y arroz de verduras. El mejor era el negro seguido del de verduras, la paella marinera no nos gustó mucho y estaba un poco salada (de esa no repetimos), las porciones son grandes. Un par de fotos:

Fuimos varios amigos para comer de picoteo y nos ha parecido bastante caro y escasa y de poca calidad la comida. Fritura de pescado malísima , donde el pescado se desmenuzaba y venía todo apelmazado. Espichas de muy mala calidad y que no eran arenques como deben de ser. Pulpo seco tan seco que no estaba sabroso y gambas al pil pil muy mal cocinadas y escasas. Hemos salido a bastante por persona para una comida de picoteo, precio muy caro para ser un bar de barrio que puede estar bien para unas tapas pero no para comer de calidad. Por lo que nos ha costado hubiéramos comido mejor en un restaurante de mas categoría y calidad en la comida.

La tapa era buena pero fria totalmente, no tenían nuestra primera opción y pedimos fritura...Ración de pescado abundante pero no se desde hace que no cambiaban el aceite...Malísimo. Terraza muy ruidosa aunque agradable medio sol y sombra. Nos querían cobrar dos panes cuando solo pedimos uno (el pan malísimo). Precios no baratos , yo diría que caros para lo que dan. Porqué hay tanta gente????

Llegamos con la idea de terminar una buena semana en granada. Pasamos por la puerta y por desgracia tuvimos la idea de comer ahí. Preguntamos por menú y nos dijeron que no disponian un miercoles. Pedimos a la carta. Trajeron el pan aparantemente apetecible pero una vez lo probamos estaba seco y era precocido. Ahí llego nuestra compañia al darnos cuenta que en nuestra mesa, en una de las dos sillas restantes habia una cucaracha enorme. Al llegar el camarero con la sopa de picadillo la cual estaba insípida, escasa y con un poso un tanto sospechoso) le comentamos lo de nuestra amiga y dijo un comentario desagradable y la aplasto en el suelo dejandonosla al lado para verla bien mientras seguiamos con nuestra estupenda comida. Llegaron loa segundos, de aspecto apetitosos, pero luego la carne estaba dura pasada y muy seca, tanto el entrecot como el solomillo al jerez. Pedimos un café y un postre y pedimos la cuenta sin tener ningun detalle con nosotros por la incidencia. Y para terminar la comida, nos dimos cuenta de que le habian sumado un 10% de iva que no estaba incluido en el precio en carta.