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Contribuiți la feedbackPara comenzar, necesitas poner la mesa tú mismo, con manteles, cubiertos, servilletas... Nadie se acerca a preguntarte nada, tienes que coger una carta para hacer tu pedido, también debes acercarte a pedir la comida. Ahora viene lo divertido, esperar 2 horas para que te preparen una hamburguesa... ¿Estamos locos? Si quieren comer, vengan un jueves y comerán el domingo. Es nefasto.
Fuimos a comer el menú del dia. Muy agradable y muy bien de precio. Comimos tortellinis con salsa de queso y chipirones. Muy buenos. Y de postre un tiramisu muy rico. Merece la pena.
Sitio recomendable, muy fácil para aparcar y tranquilo. Con un parque con columpios al lado para que los niños puedan ir a jugar sin peligro. Comimos un menú del día. Un cocido de garbanzos muy rico, chipiron relleno espectacular y de postre un tiramisu casero que como buenos italianos demostraron su saber hacer. El camarero muy atento, simpático y nos sirvió rápido. Hemos visto que ellos fines de semana además ponen txuleton y más cosas así que repetiremos en cuanto tengamos ocasión.
Sitio agradable y bien para aparcar. Recomiendo ir solo para tomar algo, porque la comida deja mucho que desear. Hay que ser muy osados para ofrecer al público esas elaboraciones. Es mejor abarcar menos y saber cocinar , contratar a alguien en cocina que sea un profesional formado de verdad; no vale cualquiera para ponerse delante de un fogón, hay que tener algo más que buenas intenciones. Entre otras cosas, pedimos chopitos que estaban de vergüenza. Todavía medio congelados y muy, muy, muy grasientos y por el sabor del aceite parecía reutilizado de más. Un insulto. Eso sí, con el precio no se cortaron.
Teniendo en cuenta que por la zona no hay opciones para cenar pues todo está cerrado, encontramos este local en Google Maps. La carta es corta y se basan en alguna ración y sobre todo en pizzas, por lo que siendo los dueños italianos pensamos que estarían ricas. La experiencia ha sido horrorosa. La pizza “4 quesos” tenía la masa quemada por lo que sólo sabía a pan quemado, la “barbacoa” sabía a chorizo y ni rastro de la salsa barbacoa, además de estar también algo quemada la masa y por último la que llaman “OPA” (olivas, piparras y anchoas) sólo sabía a tomate ácido y sin una pizca de queso por lo que quedaba falta de ingredientes. A esto le sumas que dos de los camareros estaban desde que llegamos con la mascarilla en la barbilla, fumando tras la barra delante de los clientes mientras cogían la comida de los pedidos y que la cocinera no llevaba mascarilla, hizo que saliésemos escopetados de allí. Una pena pues sólo llevan dos meses al frente del negocio y otra de las camareras fue amable y además si cumplía con las medidas ante el COVID.