La Granja - Fuente el Fresno

Buen sitio para parar a comer unos bocatas debajo de la sombra buena que tiene y una cerveza fresquita . Un plato jamón para empezar y carretera.

Mala atención, la camarera superseca, los baños sucios y la comida tuve que cambiar el pescado por ternera porque estaba pasado. Bar de carretera en el mal sentido de la palabra.

Estando en Malagón por razones de trabajo próximo a la hora de la comida nos informaron que todos los restaurantes se encontraban cerrados por ser festivo local y nos recomendaron acercarnos a Fuente El Fresno a través de la carretera nacional que atraviesa el pueblo en dirección Toledo. A la entrada del mismo a la izquierda llama la atención La Granja con una pequeña zona de aparcamiento a la orilla de la calzada con bastantes vehículos, por lo que paramos a comer. Entramos a través de una terraza en su puerta casi como un patio, desde donde pasamos a la zona de Bar donde apenas habia clientes y desde allí al salón comedor que se encontraba casi a tope con trabajadores de la zona. Ofrece un menú de 10'50 € con buena variedad pero no tanto en cuanto a calidad de la elaboración, primando el servicio rápido y el buen trato. Pronto nos pusieron un mantel desechable de papel y la botella de agua de plástico, junto con una panera. Yo probé unos macarrones con chorizo, pero aquello era pasta cocida y por encima de la misma una salsa licuada de tomate con pequeños trozos de jamón de york y algo de chorizo pero no picante. De segundo una simple pechuga de pollo a la plancha rebosaba aceite en el fondo del plato y la misma habia tomado un color tiznado . Por ultimo tomamos de postre unos helados sandwich insdustriales. El tiempo que pasamos en La Granja no fue mucho, en todo momento fuimos muy bien atendidos, teniendo que pagar en la barra del bar. El sitio está especializado en este tipo de comidas que son necesarias pero que no buscarias .

Excelente opción si vas de ruta. Varias opciones de menú a buen precio y de calidad equilibrada. Cocina casera. Buen trato. Se puede repetir.

Vimos que había muchos coches aparcados, y nos pareció buena señal. Estaba casi lleno a la hora de comer del sábado. El menú (de todos los días) es de 10, 15 o 22 euros, tomamos uno de 10 y uno de 22 (con un gran chuletón). Las raciones eran grandes, comida casera y muy sabrosa. Servicio correcto. A pesar de mucha gente y sólo dos camareros, la cosa iba fluida. Si pasamos por allí alguna vez, seguro que repetimos