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Contribuiți la feedbackEl sábado un grupo de ciclistas fuimos a este restaurante y nos cobraron 8 euros por un bocadillo, medio litro de cerveza y café, y además la dueña nos trató de manera chulesca y desafiante. No volveremos.
Es un restaurante muy sencillo pero la comida es deliciosa. La dueña es muy amable y simpática. Está ubicado en un pueblo muy acogedor.
Ayer fuimos a tomar unas cervezas y la atención fue perfecta, la dueña nos trató con total confianza y todos muy amables. El bar estaba limpio y la comida era excelente. Los niños podían jugar afuera sin preocupación de coches y pudimos disfrutar de la terraza. ¡Con ganas de regresar!
Antes de empezar con la opinión, comentar que acudimos a probar el bar en un domingo de Pascua. A las 10:30. El bar estaba bastante repleto, y la Mesonera iba desbordada, le había fallado casi todo el personal de servicio. Como ya saben nuestros lectores, comentamos establecimientos desde el punto de vista de los almuerzos ciclistas. Obtuvimos mesa en terraza soleada en el centro de Eslida. Tráfico casi inexistente. Buen rincón para parar. La dueña ya nos avisó que el servicio iba a estar complicado. Nos dio una hoja y un bolígrafo que no funcionaba para anotar los bocadillos. Los bocadillos llegaron tarde y sin tomate, buen pan e ingredientes correctos. A destacar la cerveza de barril, San Miguel Selecta, cayeron 3 jarras. Los carajillos no eran buenos, nadie en la mesa se los acabó, excepto uno que se lo bebe siempre todo. Creo que podemos achacarlo a la falta de personal en cocina, intuimos que en un día normal serán de buena factura. El precio fue elevado, 9€ por cabeza, y eso que fuimos invitados a los carajillos, podemos achacar los 9€ a la calidad y cantidad de cerveza trasegada. Habrá que regresar otro día en el que el establecimiento vaya menos desbordado.
Un lugar de corazón, de aquellos que te dejan un buen sabor de boca y un sentido de plenitud y satisfacción para el tratamiento, el medio ambiente, la bondad y sobre todo para el bien que hemos comido. el encantador acento valencià, el encanto del pueblo y su gente lo ha hecho una noche sencillamente maravillosa. ¡Gracias slida! de la costra de ron con miel no haré ningún comentario, diga lo que diga. Sería corto.