RESTAURANTE PAPARAZZI - Cuernavaca

A parte de que las instalaciones siguen siendo de los 80-90's y a la fecha no le han invertido un centavo, es un lugar CARO y MALO. Pedi una pasta de $160.00 con trabajo tenia jamon serrano, la salsa aguada y era pura crema, no tenian 3 platillos del menu, ya que no tenian los ingredientes y comentaron que su proovedor no les surtio, teniendo un superama a unas cuadras!!!!!Soy fan de los carpachos, en mi vida habia visto uno con la carne tan delgada y tan poca.Pedi hablar con un GERENTE y que no habia, pedi hablar con el CHEF y estaba ocupado en una mesa platicando con sus conocidos. En lugar de pararse y atender al cliente, manda al mesero ofreciendo un POSTRE GRATIS !!!! Obvio no lo acepte, vimos al CHEF sentado bien agusto y nos fuimos. Jamás regresare a ese lugar, que aparte de CARO, es FEO, VIEJO y la COMIDA es MALISIMA.Tuve que pararme hasta la cocina y vi que solo habia una cocinera, ya que los unicos 2 meseros desaparecieron y el chef estaba ocupado platicando.No entiendo los comentarios tan equivocados de la gente o de seguro son amigos del dueño, que no dudo que era ese CHEF. No habia nadie en el restaurante. NO SE GUIEN POR LOS COMENTARIOS DE LA GENTE, ES MALISIMO ESE LUGAR !!!!!!!Entrando nos dimos cuenta y por desgarcia nos quedamos.

Buena opción para compartir en familia. El servicio es bueno y los ravioles me parecieron excelentes!

Estuve hace años allí y ahora compruebo con placer que la calidad ha permanecido igual. Restaurante agradable, familiar, con terraza y jardín, precios razonables y comida cuidada, nada del otro mundo pero de buen sabor, y servicio esmerado. Pedí los clásicos penne alla puttanesca, venían un poco saladas, igual que los spaghetti frutti di mare que pidieron dos de mis familiares, así que deben cuidar ese detalle de la sal, pero ambos platos venían bien servidos y bien acompañados. El helado de chocolate ni fu ni fa, excelente en cambio el de frutti del bosco. La ensalada campesina buena, con gorgonzola, sabrosa, pero sin imaginación. En fin, un restaurante sin ostentación ni pretensiones de gourmet, algo que se aprecia, con sus fallas pero en general bueno, y la atención discreta pero oportuna del dueño, Daniele. Muy recomendable.

El lugar es lindo y bien ubicado, cerca de Plaza Cuernavaca e incluso Galerias. La comida es rica y la atención es buena, mi favorito las pastas con camarones o con mariscos.

El servicio es muy bueno, todo el personal muy atento, el chef dispuesto a hacerte cualquier platillo a tu gusto, la relación de costo-calidad muy buena, el ambiente suficientemente bueno para comer, pues uno no se come el lujo de la decoración. Mis platillos favoritos: Hongo portobello con queso provolone y la lasagna vegetariana.