Glace Helados - Cuauhtémoc

Otra opción para disfrutar de helados deliciosos en la Ciudad de México. Aquí encontrarás creaciones únicas como helado de sal marina, jengibre, pimienta, vainilla con lavanda, cerveza obscura y carajillo, entre otros. Siempre habrá algo nuevo por probar, por lo que nunca te aburrirás.

Una heladería que es sinónimo de audacia y consistencia. Cada bola que sirve es un viaje a través de sabores no convencionales que van desde ricotta, cardamomo y leche dulce, hasta pimienta negra o sal marina. El chef cambia semanalmente los sabores, pero todos están elaborados con ingredientes orgánicos y sin conservantes artificiales. Si optas por el helado con un toque especial, también puedes pedir que le añadan un poco de bourbon. A pesar de que el lugar es relativamente pequeño, los helados han sido tan exitosos que ya han abierto una nueva sucursal en Dumas Distante, Polanco. Asimismo, destaca su decoración de paneles de madera y conos biodegradables, elementos que encajan perfectamente con su lema de "artesanal y orgánico".

Una heladería que se distingue por su audacia y consistencia. Cada bola que sirven es un viaje de sabores poco convencionales que van desde queso ricotta, cardamomo y dulce de leche, hasta pimienta negra o sal marina. El chef cambia los sabores semanalmente, pero todos son elaborados a mano, con ingredientes orgánicos y sin conservantes artificiales. Si te gustan los helados con un toque de alcohol, también puedes pedir que le agreguen un poco de bourbon. A pesar de que el lugar es relativamente pequeño, los helados han tenido tanto éxito que ya han abierto una nueva sucursal en Alejandro Dumas, Polanco. También se destaca su decoración de tarimas de madera y sus conos biodegradables, elementos que encajan perfectamente con su lema de "artesanal y orgánico".

Otro lugar para disfrutar de deliciosos helados en la Ciudad de México. Ofrecen creaciones inusuales como sal marina, jengibre, pimienta, vainilla con lavanda, cerveza oscura y carajillo, entre otros. Nunca te aburrirás porque siempre hay algo nuevo por probar.