Letier - Cipolletti

Fui un montón de veces a comer a Letier. Todas las veces me fui muy satisfecha. El lugar es muy lindo y amplio, tiene un diseño limpio y moderno. Tiene dos pisos y cuenta con mesas con sillas y otras con sillones. El menú es acotado, excelente para comer un rico sandwich gourmet o una piza y las papas con queso cheddar y panceta son lo mejor de todo!!! :) La atención es buena y rápida. La relación calidad/precio correcta. Tienen buenas cervezas artesanales. Lugar ideal para comer con amigos o en familia con una excelente ubicación. Acepatn el pago con tarjetas.

El diseño es lindo , la comida no me gusto para nada probé varias cosas y no fue de agrado.El café lo destacó y la atención es floja depende el día es como te atienden por eso no es un lugar que visite seguido . El tostado de jamón y queso es muy feo el pan parece cartón ... lo único que puedo recomendar para comer es la medialuna de jamón y queso solo eso . Es una lástima porque tiene un diseño hermoso y esta bien ubicado .

Es un lugar delicado, cálido, tranquilo para compartir con amigas.La carta ofrece alimentos sanos y de buen gusto

Hace un tiempo que buscamos una opción para merendar o desayunar en Cipolletti.Probamos Letier, Fuimos a merendar un lunes a las 18:30 el salón estaba vacío, fuimos los primeros de la tarde supongo, porque abre a las 18:00.La atención fue rápida, y limitada a dejarnos el escueto menú, no nos preguntaron nada, ni nos sugirieron nada. Pedimos una merienda para dos. (Vienen 6 tostadas, 2 mermeladas, 1 dulce de leche, y dos mantecas junto con cafe con leche).Lo primero que nos sorprendio fue que no nos dieron platos. Solo la bolsa donde vienen las todas, bonita, pero sin platos. Son tostadas grandes, asi que las dos pequeñas mantecas no alcanzan. Queríamos pedir más pero estuvimos un tiempo largo hasta lograr establecer contacto visual con la moza, porque nunca miro el salon. Fajinaba vasos, entraba a la cocina, salia ordenaba la barra, consultaba su celular, pero no miraba el salón.Cuando terminamos la merienda, queriamos unos liquados, pero no logramos hacer el pedido. Estuvimos casi 30 minutos esperando que mirara o se acercara. Y para ese entonces ya eran dos las mozas. Finalmente al momento de pagar, la mejor opción fue levantarse he ir hasta la barra. El precio no fue caro, pero nos sorprendio que nos cobraran $20 las dos pequeñas mantecas adicionales, nos parecio muy ridiculo, primero porque claramente la manteca en funcion de la cantidad de tostadas esta mal calculada y segundo porque es preferible sumar el costo directo y permitir que eventualmente el cliente pida mas tostadas o mas dulce etc.En fin... una opcion menos para nuestras meriendas o desayunos....

Muy buen resto, espacio agradable, buena atenciónuna carta esmeradaprecios muy accesibleslugar recomendable para ir con amigos, familia