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Contribuiți la feedbackTapas bar in the center of Chiclana. Difficulty parking in the area, because it is pedestrian. There is a public parking nearby and surrounding streets with a blue zone. In terms of construction and decoration, the establishment is simple, with a brotherly atmosphere. Functional tables and chairs outside, which is where we sat. There is no menu due to the issue of the new normal post-Covid, but they do not have a QR code or a single-use photocopy menu like other places, so the waiter has to say it in his own voice. There was little variety so we ordered some beers (one of them craft) and to eat a tapa of potato dressing, a plate of fried cuttlefish and another of fried anchovies. The first two were good but the anchovies were very poor, both in flavor and texture, so much so that when referring it to the waiter he told us that they were the kind that are bought prepared floured and frozen, something that leaves a lot to be desired in a coastal area. . The simple and basic presentation-plating. I attach photographs of everything. The attention from the waiter was very correct and friendly. The economical price. In short, a place that in our case did not stand out for anything, except for being able to eat something to get by.
Estuvimos el viernes de la semana pasada cenando. A pesar de que somos de Chiclana y hemos pasado muchas veces por delante de este sitio, nunca habíamos estado. La experiencia bastante positiva en general: la comida muy buena, el ambiente del local estupendo y el trato y cercanía de los camareros, inmejorables. Como sugerencia me gustaría decir que no tienen carta física, con lo cual cada vez que quieres pedir algo es el camarero el que tiene que estar diciendo lo que hay. Sería ideal que tuviesen pizarras pequeñas o carteles por distribuidos por el local con lo que ofrecen al cliente. Sin duda, repetiremos en futuras ocasiones .
Can eat tapas at 19:00 and rich, antonio the barman very nice and very affordable prices
Tapas bar en el centro de Chiclana. Dificultad para aparcar en la zona, porque es peatonal. Hay un aparcamiento público cercano y calles circundantes con una zona azul. En términos de construcción y decoración, el establecimiento es un entorno sencillo y frasco. Mesas y sillas funcionales en el exterior, que es donde nos sentamos. No hay carta para el tema de la nueva normalidad post-Covid, pero no tienen como en otros sitios de código QR o una tarjeta de fotocopia de un solo uso, por lo que el camarero tiene que decirlo de su propia voz. Había poca variedad por lo que pedimos algunas cervezas (una de ellas hecha a mano) y comer una tapa de patata aliño, un plato de chocos fritos y otra de boquerones fritos. Los dos primeros eran buenos, pero las botellas muy pobres, tanto en gusto como en textura, tanto por lo que al referirse al camarero nos dijo que eran de aquellos que se compraron harina y congelada, algo que deja mucho a querer en una zona costera. El paquete sencillo y básico de presentación. Encierro fotografías de todo. La atención del camarero muy correcta y amable. El precio económico. Summarizing, un lugar que en nuestro caso no soportaba nada, excepto por comer algo para salir del camino.
Rápido, barato y eficaz, muy bueno, buena estante era todo muy rápido era preguntar y estar todo listo en la mesa vamos a repetir seguro