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Contribuiți la feedbackDefinitivamente ha bajado en servicio. En visitas anteriores había quedado satisfecha pero esta vez no fue así. Meseros desatentos incapaces de satisfacer las necesidades de un niñ@ como el enseñarle todos los panes para que escoja a su antojo, no se quieren molestar en hacerlo y se molestan cuando le pides que los traiga para que por la vista decida el menor. Nunca ofrecieron café, y cuando lo pides está excesivamente cargado y no te ofrecen crema o azúcar sino lo pides. La comida escasa y te la sirven fría. No son capaces de acercarse para preguntar si se te ofrece algo y cuando lo solicitas te ponen mala cara. Ni como pedirles algo especial ya que es cumpleaños de mi hij@ Nefasta experiencia!!
Esta sucursal del Matisse, ubicada en la colonia Del Valle, es un lugar agradable de pequeñas dimensiones. Menú limitado, pero bastante bueno (como es su concepto) y es bueno para desayunar o comer. Los platillos tardan un poco, pero no es algo terrible. Bueno en términos generales.
El pan dulce es una delicia. La carta muy buena para desayunos y comidas. Está en remodelación y resulta incómodo por ahora. El inconveniente que siempre ha tenido es que el baño es mixto y muy pequeño, siempre tienes que hacer fila
Lo que me parece que alguna vez fue una casa, se adaptó para restaurant y no me gusto, creo que desayunamos en el estudio o cuarto de TV, algo apretado con 3 mesas más para cuatro personas cada una, pero en general tienen buen mantenimiento, con detalles de pintura desgastada. El baño de la planta baja muy pequeño y cerca de algunas mesas, poca privacidad (y agregaría que deben esmerarse en la limpieza, nada desagradable, pero hacerlo con mayor frecuencia).El desayuno fue bastante bueno, porciones y presentación adecuadas, el pan fresco y de sabor notable. Comí unos "huevos salvajes", son fritos acompañados de una salsa nada picosa, cumplen lo que prometen. El café también de sabor y consistencia adecuados. Precio-calidad-sabor bastante aceptable.El punto que a mi parecer lo hace un lugar regular fué el de meseros, bastante ahogado en su trabajo y distraído, lo que lo hacía lento (había que llamarlo en varias ocasiones para solicitar o recordarle algún faltante en la mesa o pedido, aunque reconozco que no dejo la amabilidad).El punto pésimo fué el VALET PARKING, un servicio decepcionante para el restaurant, como la mayoría de los que existen en la ciudad y todo México, suben los autos a la banqueta y el peatón "que le haga como pueda". También ponen algunos frente a las entradas de cocheras de las casas vecinas, la incomodidad y molestia de un vecino fue notoria al pedirles que quitaran una camioneta de su entrada, sin mayor descortesía lo hicieron, pero con toda la lentitud que quisieron. No ví en donde estacionaron mi coche, estacionamiento o calle, pero afortunadamente llego intacto, el precio, $40.00 pesos, un tanto elevado.La comida es buena, pero estos dos últimos detalles hacen que no valga la pena volver a visitarlos.
Antes solo había pasado a comprar una concha que dicen que son memorables. Mmmm. He probado mejores. Pero esta vez desayuné con un buen amigo. Comimos rico, el café muy bueno, bien los jugos. Muchos huevos en la carta para mi gusto. El servicio raro, porque había mucho meseros, pero nos tararon mucho en tomar orden y en la cuenta y demás.