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Contribuiți la feedbackLugar muy frecuentado hace unos años, con carisma y encanto, buena comida y una clientela fiel, que lamentablemente ha pasado a manos del hijo del anterior dueño, con una reforma cutre, con leds de burdel y sin ganas de nada... La idea era hacer platos para compartir y luego un par de chuletones, cuando llegaron los platos, se nos quitaron las ganas de todo, malcomimos algo y nos fuimos sin 2º plato, ni postre ni nada. Mientras esperábamos los primeros, al echar aceite al pan con tomate (Que te lo cobran a 1,80 por persona) era transparente!! Aceite malo, rellenado y sin etiquetar... Mal presagio... Los camareros son conscientes de lo malo que sirven, a alguno le daba vergüenza cuando le pedimos aceite bueno y le comentamos que no queríamos la carne... Al propietario parecía que le daba igual todo Un pulpo gallego a 21€ la ración, que parecía goma de borrar, unas bravas flojas con salsa de pote Chovi o parecido, una ensaladilla rusa congelada seguro y un lacón fino como el papel... todo sin sabor... Muy flojo, muy apenados por lo que era y en lo que se ha convertido. Lo único aceptable las gambas al ajillo
Digo normal porque no encontre con el menu nada que nos destacara, tienen varias cosas para poder escoger pero quizas no lo acertamos, ya provaremos otra vez.
Pasamos por casualidad buscando un sitio para picar algo y nos animó el probarlo que había mucha gente cenando. Pedimos todo de picar: Pulpo, croquetas, ensaladilla, pimientos de Padrón, ensalada...Lo único que se salvó fueron las croquetas y los pimientos de Padrón, porque el resto estaba malo. El pulpo y la patata estaba como pasado, la ensalada estaba fatal escurrida y estaba llena de agua; la ensaladilla no estaba rica. Como positivo diremos que el pulpo no nos lo cobraron tras nuestra queja. Visto lo visto nos fuimos sin tomar postre. En resumen, hacia mucho tiempo que no cenaba tan mal.
Fuimos a cenar en plan de tostadas y tapeo y la verdad, nos quedamos decepcionados con la calidad y cantidad, las tostadas nada del otro mundo y muy poca cantidad, eran de calamares a la romana y la otra de pinchos y todo demasiado sencillo, aparte el tapeo nada del otro mundo, una decepción ya que nos habían hablado muy bien de éste mesón
Como siempre, vuelvo pues sus guisos y cocina típica del interior me gustan, ademas del estupendo jamón ibérico que ofrece