Vinoteca Condado - Avilés

Fuimos a cenar la noche del 28 de agosto. Pedimos chorizos a la sidra y longaniza de Avilés con patatas y dos cervezas. La comida no estaba mala -aunque me pareció un pelín caro- y el servicio dejó mucho que desear. Y no por culpa de la camarera, que se esforzó al máximo en atendernos. Mi impresión es que no contratan profesionales, los dejan solos en una terraza y claro es. normal que la gente se agobie. Tuve que ir dos veces en su busca, ya que la chica no sabía qué mesa atender, y -llegamos a las ocho de la tarde- pasé todo el rato temiendo que no llegábamos al concierto de Ana Belén.

Aún no puedo creer la cena de ayer. Llegamos a Avilés alrededor de las 10 de la noche con la intención de picar algo y ver los fuegos artificiales. Decidimos entrar en este bar porque tenía espacio y ofrecía algo para picar. Pedimos 4 tapas y bebidas, y tuvimos que esperar más de 20 minutos para que nos trajeran las bebidas. La camarera sostenía los vasos por dentro con los dedos, lo cual fue la primera sorpresa. La segunda sorpresa fue ver que en la mesa de al lado, que llegó después que nosotros, ya tenían mantel y platos, aunque todavía no tenían su comida. La noche avanzaba y nuestra desesperación también. Solo había tres mesas ocupadas. Nos sirvieron unas rabas duras y marrones antes que los platos y cubiertos, que fueron lanzados en una pila y tuvimos que colocar nosotros mismos. Tuvimos que esperar de nuevo. Después de un cuarto de hora, uno de nosotros fue al baño y se dio cuenta de que estaba vacío, sin ni una sola persona dentro. Nos quejamos y nos respondieron de mala manera que estaban muy ocupadas ya que solo eran dos camareras y una cocinera. Era increíble. Solo había tres mesas ocupadas, y en una de ellas no estaban pidiendo comida. En la mesa de al lado tenían mantel, pero nada más, estaban en la misma situación. Mientras tanto, las camareras fumaban, charlaban con amigos, y se tomaban chupitos. Nunca había visto algo así, parecía una cámara oculta. Finalmente pagamos lo que consumimos y nos fuimos porque eran casi las 12 y casi no llegamos a ver los fuegos artificiales. Una vergüenza. Todavía no puedo creerlo.

Pides botellas de sidra y tardan mucho en llegar. Lo mismo para las tapas, llegan tarde o directamente no llegan. El servicio es pésimo. Quizás contratando más personal se solucionaría.

Altamente recomendado, el servicio es muy atento y amable, el ambiente es agradable y el vino es excelente. Fui con algunas amigas y tienen una amplia selección de vinos con pinchos a un buen precio. ¡Volveré seguro!

Fuimos a picar algo para cenar. Que desastre. Pedimos unas tiras de pollo (congeladas que fueron lo mejor de la noche y su correspondiente salsa de curry del Mercadona. Una ensalada en la que el huevo duro que ponía en la carta brillaba por su ausencia y por la que casi tenemos que matar para que nos trajesen aceite, vinagre y sal. Nos lo trajeron al rato, por separado y en cuencos (un cuenco el aceite, el bote de vinagre de módena del Mercadona y la sal en otro cuenco. También pedimos una sartén de huevos con patatas y jamón. El huevo sin yema, las patatas sosas y el jamón.... que decir del jamón. Que es casi mejor que no lo ofrezcan. En fin. Con todos los sitios que hay en la zona, no merece la pena pagar un duro en este.