La Vaqueria - Ávila

Sitio horrible, un antro al que el nombre es lo único que le va bien, una vaquería para reses. Nos sentamos 6 comensales y la carne que nos sirvieron era un chuletón grasiento y duro como una piedra. Uno de los comensales, con más de 80 años de edad, devolvió la carne por que le era imposible masticar y entonces apareción un individuo que dijo ser el dueño y que con el plato devuelto en la mano se acercó y nos echo una bronca enorme, ¿qué que iba a hacer con esa carne ahora?, nos dijo. Como no le aguantamos su chuleria y mala educación nos amenazó con echarnos de su local (palabras textuales) de una forma chulesca, matona y sin la menor educación. En fin, que lo único que en esa Vaquería es peor que su comida es su servicio.

Una segunda visita para certificar la buena experiencia primera...y se confirmó...excelente trato, buena calidad y buena relación con el precio!!...revolconas muy buenas, suaves y en su punto de picante, el pulpo muy bueno, quizá no mucha cantidad, pero muy buen hecho!...solomillo muy bueno y la canasta de rabo de toro...buenísima!!...todo en un ambiente relajado, en un bonito comedor y con una atención exquisita!!...muy recomendable!!...volveremos!!

Sitio muy bonito y acogedor, pero muy lentos en el servicio, además tuvimos que devolver dos platos por estar crudo el pescado y muy frío el chuletón, tienen que dar mejor servicio o meter más personal en cocina y comedor

Pedimos un pulpo a la brasa y estaba carbonizado, y el chuletón de carta que lo pedimos para compartir al punto está medio a más del punto y el otro medio a menos del punto además lo sacaron sin trinchar. Algo bueno fueron las alcachofas que esas si estaban buenísimas. La carta ...el camarero no sabía lo que tenían descartado. Un poco de descontrol entre cocina y servicio de mesas. No creo que vuelva a llevar a nadie y menos para negocios.

Hemos comido dos adultos y dos niños. No se pueden hacer pequeños cambios si a alguien no le gustan las opciones. En nuestro caso mi hijo no come de todo y no nos permitieron cambiar el helado de cucurucho de nata y turrón por una bola de vainilla. De hecho los menús no están muy adaptados a niños y el único dirigidla niños es bastante desbalanceado (vivan las harinas! . Tampoco se puede cambiar la bebida del menú, por ejemplo tomar cerveza a cambio del vino de la casa o los niños tomar un refresco pues solo se les propone agua. Hemos Pedido tarta de manzana de postre y eso que llaman tarta de manzana es una pasta dura e incomible. La comida es aceptable pero no es destacable. El servicio al ser tan inflexible resulta antipático.