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Contribuiți la feedbackÉste local te inunda los sentidos nada más acceder a él por la singularidad de la localización y por el buen gusto con el que está decorado. Tiene un gran equipo humano que tiende tus gustos y preferencias de manera excepcional así como una carta variada que no para de innovar. Los precios son de risa y la calidad de los productos además de la presentación de los platos extraordinaria. Un sitio donde tapear (con tapas abundantes), comer raciones más que generosas o simplemente quedarte en su terraza desayunando o en la hora del lunch tomándote una cerveza mirando sus vistas al Puente del Dragón y el parque Oromana.
Sorprendente carta con tapas creativas muy bien elaboradas... precios magníficos y servicio de 10, repetiré.
Fatal, nada recomendable.... después de esperar casi una hora mesa .. porque según ellos no te atienden si no tienes mesa ,va el dueño a limpiar la mesa después de media hora más esperando para q se acercara a limpiarla nos dice q la comida se tarda al rededor de hora y media , se vuelve a ir otro rato grande cuando le decimos q por favor nos tome nota dice q la cocina ya está cerrada cocina ya cerrada a las 2:30 de la tarde en conclusión después de 2 horas esperando nos fuimos sin comer, los dueños cero carisma para atender al cliente ... deberían de hacer un curso de atención al cliente porque vaya sus caras dejaban mucho q pensar y si no podéis con tanto pues contratad más personal para días puntuales y días de aglomeración.. lo único bueno el chico vestido de negro q no se si era el camarero o estaba en la cocina y salió a llevar platos q le dio vergüenza ajena cdo nos vio de irnos y de saber q el dueño no nos quizo tomar la comanda
Tanto en trato al cliente Como en presentacion y calidad en comida buenisimos el personal super a gradable y preciosas vistas to do camera include los postres nos a encantado
Fuimos con reserva 6 adultos y dos bebes, por las fotos parecía un lugar acogedor pero la experiencia fue penosa, nos quedamos porque íbamos con dos bebes y buscar otro sitio estaba difícil. No sé ni por dónde empezar, estuvimos en la terraza y nos comían las moscas, los vasos sé quedaban pegados en la mesa de lo pringosas que estaban. El trato del camarero fue pésimo, parecía no haber servido una mesa en su vida, hablándonos de forma cortante y con una torpeza digna de estudio, pedimos una cerveza y no sabía ni que marca tenían y así con todo La comida pésima, todo congelado o recalentado, tuvimos que pedir que nos cambiarán varios platos porque estaban recalentados, quemados o insípidos. En varios momentos tuvimos que retirar nosotros mismos los vasos y platos sucios porque el camareno no se acercaba, incluso hablamos con el dueño o responsable que había y nos dijo que si no nos importaba retirar nuestras cosas que el camarero estaba a tope de trabajo, esto mientras hablaba por WhatsApp tomándose un café tranquilito detrás de la barra, y con 4 mesas contando la nuestra. Mandamos para atrás un flamenquín que nos pusieron crudo y nos devolvieron el mismo totalmente quemado y frito abierto así que estaba totalmente lleno de aceite por dentro. Del baño mejor ni hablar. Al pagar ni dieron las gracias, ni se disculparon por las casi 2 horas y media que nos tuvieron allí comiendo basura. Personas así no deberían llevar un negocio de cara al público, y menos que implique salubridad.