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Contribuiți la feedbackFuimos unos amigos a comer y x lo visto o no les apetece trabajar o son unos dejados, xk nos sentamos pedimos 6 hamburguesas de chuletón y nos dicen que ya no quedan de chuletón, y les decimos pues de pollo de corral y dicen que de pollo solo quedan dos así que ya que la carta no es muy amplia y no hay de lo que más se come,un sábado a la hora de comer y creo que éramos de los primeros y no tenían de nada, nos tuvimos que levantar de la mesa y irnos, es una pena xk la comida suele ser buena pero la dejadez de los que lo llevan es de vergüenza
Fuimos unos cuantos amigos a cenar y disfrutamos compartiendo unas brochetas y unas hamburguesas. Comida jugosa y con sabor. Horno de leña que le da a la carne un sabor característico. Definitivamente volveremos.
Realmente no se ni por donde empezar pero ahí vamos. Fuimos el otro día 3 amigos a cenar o algo así . Pedimos 3 ensaladas y dos segundos hamburguesas . 45 minutos para cada ensalada, literal y sin trampa... y eso que eran los primeros platos, de la calidad ni hablar. Nada mas sentarte se aprecia las mesas sucias cual calle de lo viejo en Sanfermín. Luego eliges el pedido pero tienes que ir a la barra y tomarte nota atí mismo en un cacho de papel, para posteriormente pagar a una maquina de auto pago, el tipo que “trabaja” ahí podría estar perfectamente cocinando ya que si llegamos a saber lo que tardan...nos habríamos ido, cabe destacar que el sitio estaba al 30% y se jugaba un partido del mundial, Colombia-Inglaterra, lo que nos hizo pensar que igual había pedidos previos, pero no. Estaban todos bebiendo y salvo una mesa que estaba picando unas bravas, no había pedidos de comida. La cocinera debería de estar viendo el partido por lo visto... El precio si lo comparamos con la calidad, deberían de valer las ensaladas por debajo de coste ya que en cocina mas que elaborarlas, las destrozan...y la carne mas de lo mismo. Si quereís hamburguesa es mejor ir a cualquier puesto ambulante sanferminero de lo viejo, la calidad es mejor seguro aún caducada la comida. En definitiva, lentos, te tomas autonota, autopago y mala comida. Se saben bien la jugada de cobrarte por anticipado ya que sino antes de los segundos se piraría todo el mundo. Es sin duda el peor sitio para comer en Pamplona También decir que, en caso de que queráis como era nuestro caso, ver futbol, entonces muy bien, ya que con lo que tardan en servir te puedes ver el mundial entero sentado en el sofa o la champions en su defecto.
Fui con mis amigos a comer brochetas de ternera, tuvimos que esperar un poco pero los camareros nos avisaron que tardaría ya que era un sábado y estaban llenos de gente, la comida fue espectacular, muy buena y con una buena relación calidad-precio. Sin duda volveré, es un lugar ideal también para quienes tengan hijos ya que la bolera del Itaroa está justo al lado.
Es la segunda vez que un grupo de amigos acudimos a este restaurante. La primera vez todo fue un desastre. Pensamos que la mala experiencia de la última vez (marzo de 2017) no se repetiría, pero nada más lejos de la realidad. Parece ser la tónica general. Dejando a un lado el desconcierto general debido a los múltiples accesos a la zona de mesas, en las que ningún camarero o encargado te recibe y te indica dónde sentarte, cuando nos sentamos en una mesa, un camarero empujó una mesa junto a la nuestra y un grupo ajeno comenzó a sentarse en esa mesa. Este grupo dijo que había reservado (dudo que se pueda reservar en este lugar) y cuando le preguntamos al camarero si nos podíamos sentar en algún sitio, nos dijo que juntó las mesas para que todos entráramos mejor. ¡Resultó que esa reserva también era para nosotros porque el camarero pensaba que éramos un mismo grupo! Acabamos sentándonos en otra mesa, no por la capacidad de resolución nula del camarero, sino porque no había nadie en ella. Entonces recordamos la peculiar forma de atender las mesas en este lugar. Debes hacer tu propia comanda. Fuimos a la barra, hicimos cola para conseguir un bolígrafo y luego otra cola para registrar la comanda y pagar antes de recibir la comida. Nos dijeron que no tenían brochetas y cuando preguntamos si tenían otras opciones, el camarero de la barra nos miró fijamente sin decir nada. Cambiamos la brocheta por una hamburguesa, pero resultó que tampoco tenían esa hamburguesa. Después de esperar más de 50 minutos para que nos sirvieran, decidimos que nunca volveríamos y nos aseguraremos de que nuestros amigos y familiares tampoco vayan. La limpieza dejaba que desear, comimos en platos de cartón y nos proporcionaron cubiertos de forma lenta y escasa. No compensa el precio, las hamburguesas a 8€ y las brochetas especiales entre 12€ y 13€. Es pésimo.